El sábado fui al cine. La película
se presentaba como un duelo apasionante en el Salvaje Oeste. Revivir un partido como un CB Andújar frente a un
Porcuna CB siempre es emocionante. ¿Continuarían los de Andújar con su buen
juego y los de Porcuna con su línea ascendente?. Todo prometía un buen espectáculo
de baloncesto, pero a veces las películas más prometedoras se tornan penosos
bodrios en los que el final siempre lo destroza un giro del guion o un
personaje secundario que destroza la trama.
Como muchas tramas, esta
comenzaba con sufrimiento. El tiro exterior del conjunto de Juan Moral requiere
calentarse y, para no desviarse de su línea habitual, fue nefasto en el primer
cuarto. Los de Andújar estaban más acertados y tomaban mejores decisiones en
ataque, perdiendo menos balones y culminando los contraataques que dejaban los
rebotes tras tiros erróneos. El personaje secundario aparecía en escena. El
tiempo del cuarto ascendía a 18 minutos por inmensos parones. Este cuarto se
tornaba en una película digna de Hitchcok
enturbiada por un secundario de serie “B”. 21-9 para Andújar.
Podría haber sido una continuación,
y dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero es que este segundo
cuarto rozo la imitación del primero. Los principales actores de Porcuna
andaban erráticos en el tiro y en la decisión y Andújar seguía, cual martillo pilón,
manteniendo las distancias. Los malos guiones derivan en la crítica del público,
y las malas defensas en las diferencias en el marcador. 38-25 a favor de Andújar.
Hay genios de la interpretación que
pueden hacer de una mala película un éxito
en taquilla. Los de Porcuna son actores sublimes. Metidos en faena y sin la aparición
de actor secundario alguno que ensuciase el transcurso del film, los de Juan Moral asestaron un parcial de 18 puntos con
sendos triples. Si no era Parra era Juan Moral el que imprimía esta película una
velocidad vertiginosa. El poso y las tablas de los clásicos lo pusieron Zurita
y Nicolás, haciendo que el cuarto finalizase con un 46-49. Pero los
protagonistas necesitan buenos apoyos y Jose Cespedosa, Javi o Sergio lucharon
y bregaron para que el guion cogiera fuerza. Para remarcar el triple final del
cuarto de Zurita que levanto el aplauso de la grada. El giro argumental había tomado
forma, pero no contábamos con Lo Que Se Avecinaba.
La trama era frenética, la
batalla, épica. Una película inmejorable, sin importar cual fuera el desenlace,
triste o inundado en alegría, no merecía un final tan desmesuradamente desastroso.
El Porcuna CB se marchaba en el marcador por 15 puntos continuando con la escena
de acción y lucha que se inició en el tercer cuarto, pero ahí irrumpió un
personaje secundario que cuando aparece en la sombra culmina obras maestras y
cuando adopta un papel estelar devasta las películas.
Andújar y Porcuna eran dignos
rivales de un thriller de Scorsese. Andújar
recortaba con tesón y dureza. Porcuna resistía las embestidas como en el Señor
de los Anillos lo hacían los humanos. Pero el
Señor Oscuro, el profesor Moriarty o Darth
Vader estaban por venir influyendo desde la sombra. El juego se endurecía,
se encarnizaba, y eso desquicia a un deportista. Sucedieron escenas violentas,
sendas jugadas en las que Juan Moral perdió los papeles después de haber sido,
literalmente, pisoteado en el suelo y en las que fue “obsequiado” con una técnica.
Y de ahí, derivó el Caos. Y del Caos, más faltas técnicas por las protestas. Los
de Porcuna se encontraron indefensos y sin guion que seguir. Ahí acabo el
partido. Y ahí se me olvido el resultado porque me fui de la sala de proyección.
Pensaba que iba a ver una gran película y vi una burda imitación de Ocean’s Eleven.
El partido se lo llevo CB Andújar
de la misma manera que se lo pudo llevar Porcuna CB, por tanto la derrota es
amarga a pesar de las grandísimas sensaciones. Alguien me dijo cuando sali del Polideportivo de Andujar que se repartió
un Razzie al peor actor secundario.